El empleo informal, definido como la no afiliación a la seguridad social (por ejemplo, pensiones de vejez y salud), ha sido un problema importante para los países en desarrollo, especialmente los de la región de América Latina y el Caribe donde, en promedio, el 60% de la fuerza laboral trabaja en el sector informal.[1] En la región andina en particular, el empleo informal representa el 70% del empleo total.[2] La problemática de la informalidad se suele estudiar desde dos perspectivas. La primera asume que ser formal es costoso para las pequeñas empresas y los trabajadores, cuya productividad es baja en relación […]